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Comunidad de Lectores
30 de septiembre de 2017
Tras un corto lapso de tiempo marcados por la ocurrencia de un eclipse, dos terremotos, tres huracanes; todas ellas
manifestaciones variadas y extremas de la naturaleza activa, sujeta a las más variadas y particulares interpretaciones subjetivas; pero que indudable y nuevamente vienen a golpear y sacudir toda estructura formal, tanto sociales como físicas.
Consecuencialmente poniendo con ello en prueba la solides y funcionalidad de estas haciendo relucir la base primaria de toda civilización para afrontarlos, manifestando con ello la innata solidaridad humana en la colaboración espontanea ante la tragedia.
Hemos llegado a octubre, el mes de la mítica luna llena la del encanto mágico como previa antesala al cierre del año; así como de la referencial efeméride fundamental de la historia guatemalteca, la que a la luz de los recientes acontecimientos adquiere nuevos brillos de leyenda y admiración. Después del manifestado civismo en las calles más allá de la “institucionalidad” y de la celebración oficial de las fechas, que ante una nueva ignominia a la mínima dignidad al sentido común de todo ciudadano y del pueblo; nuevamente se ven sujetas a la calamidad ancestral y endémica de la avaricia, la corrupción y consecuentemente de la degradación social que acarrean. Amenazando la fragilidad del tejido social o poniendo en evidencia la precariedad de la construcción del mismo, básicamente en el principio a la sujeción a la ley la que es base real de toda institucionalidad.
Independiente a la coyuntura presente; nuevamente abordaremos a través de la memoria colectiva de las naciones las que unidas en ese lazo común de civilización que las fraterniza, homogénea y les dignifica por medio de la cultura, se patentiza en toda obra universal y clásica, especialmente en las de la literatura, las de aquellas obras que contienen y revelan la condición humana, hacia una aproximación de algunas de sus constantes contradicciones, tanto de su lado obscuro como las brillantes y de las zonas grises, las que todo ser humano puede llegar a rozar o a transgredir en algún periodo de su vida; y que tienden repetirse cíclicamente en toda civilización a través de los tiempos.
¿Es posible vivir libremente, sin hacerse cargo de la responsabilidad de sus actos? Es una de las tantos dilemas implícitos en la obra asignada, sujeta a cuestionamiento y con la que esperamos motivar al surgimiento del dialogo, como de la amplia y apasionada discusión, las que usualmente ocurren en todas las reuniones, pero especialmente en esta oportunidad cuando abordemos la obra capital “Crimen y castigo” de Fiódor Dostoyevski.
Círculo de lectores del Vagón
Hacemos la cordial invitación para tomar parte activa en nuestras reuniones de lectores. Especialmente para compartir sus impresiones en torno a la obra propuesta para esta ocasión. “Crimen y Castigo” de Fiódor Dostoyevski los días: 7 & 21 de octubre, en la sala de reuniones del Vagón de Lectores situada en las instalaciones del museo del Ferrocarril de la ciudad de Guatemala; 9ª. Avenida A 18-03 zona 1, a partir de las 10:30 a.m.
Esperando que su participación en este debate contribuya a la mejor comprensión de esta y toda obra propuesta.
Esta novela, una de las más grandes e imperecederas de la literatura universal, contiene dos de los temas característicos de Dostoyevski: la relación entre la culpa y el castigo y la idea de la fuerza redentora del sufrimiento humano, planteando con todo vigor el conflicto entre el Bien y el Mal, ese dualismo ético que es una constante en la obra del autor. Bajo el armazón naturalista de una novela de tesis, subyace una alegoría metafísica y moral. Observa Dostoyevski que el castigo no intimida al criminal, ‘pues éste de por sí pide ya moralmente un castigo’. Sin duda, Crimen y Castigo es la obra maestra de su autor.” (Tomado de lecturaliahttp://www.lecturalia.com/libro/7024/crimen-y-castigo)
Sábados: 7 y 21 de octubre, a partir de las 10:30 a.m.
Museo del Ferrocarril. 9ª. Avenida “A” 18-03 zona 1.
Entrada al museo Q.2.00
Desarrollo general de participación
Por las diversas lecturas y múltiples significantes que suele presentar toda obra. Mantenemos abierta y constante nuestra invitación para que todo interesado pueda integrarse, para formar su propio hábito de lectura, o de mantenerlo; como también el que pueda expresar su opinión, compartir tanto ideas como sus conocimientos con relación al tema, con toda libertad y confianza; a la vez puedan ser partes de este encuentro de convivencia, es decir una continua fiesta del espíritu. Esperando contar con su presencia y participación.
Mecánica de participación.