Elaborado por:
Lic. Max Araujo
Ex Viceministro de Cultura
Experto en Legislación Cultural
19 de abril de 2018
Una de las tareas más importantes en el ámbito de la diplomacia cultural, es la protección en ámbitos internacionales del patrimonio intangible y tangible del país. Guatemala cuenta con una sólida legislación cultural en lo que concierne a la protección del patrimonio dentro del país y también es signataria de numerosos acuerdos y convenios internacionales en el mismo sentido
La legislación internacional sobre cultura y en particular sobre la protección de bienes culturales es de gran utilidad para cumplir con las funciones de protección. El Ministerio de Cultura tiene a su cargo las funciones de recuperación de bienes culturales ilegalmente exportados, también para combatir falsificaciones y en general para emprender las acciones legales necesarias para la protección del patrimonio cultural. Existen precedentes en la historia reciente de Guatemala en los que se ha accionado para la recuperación de piezas valiosas del patrimonio cultural que se exportadas ilegalmente. Hay que sistematizar el conocimiento para ser más eficientes.
Por las razones expuestas y siendo Guatemala un País privilegiado por la riqueza, diversidad, abundancia y calidad de su cultura consideramos que la acción cultural debería colocarse en el centro de su diplomacia y formular una política exterior cultural que debería estar acompañada de la decisión política no solo de colocarla en el centro de su diplomacia, como ya se señaló, sino en el centro del plan nacional de desarrollo.
Esto implica que en paralelo debería estarse trabajando en el desarrollo de una política cultural nacional que la incorpore de manera relevante como un instrumento de desarrollo social y económico, como un ámbito de concordia y reconciliación así como un elemento fundamental de la identidad de la nación.
Según el consultor Solórzano Foppa las estructuras existentes en cancillería resultan insuficientes para emprender las tareas propuestas razón por la cual sugiere la creación de una dirección general para ocuparse de la diplomacia cultural en las que podrían quedar ubicadas otras dependencias ministeriales afines al tema de la cultura, como las de derechos humanos, pueblos indígenas, medio ambiente lo cual no supondría “…la creación arbitraria de un nuevo espacio administrativo sino de la creación de un instrumento que pueda tener los mínimos recursos y personal necesario para emprender la enorme tarea de implementar una política cultural exterior” y lo mismo debería hacer el Ministerio de Cultura, dados los importantes vínculos culturales de Guatemala con otros países, lo cual podría sentar las bases para el establecimiento de un gabinete de cultura al que podrían sumarse otros ministerios y entidades como SEGEPLAN o el INGUAT.
Para la implementación y coordinación operativa, Solórzano propone el establecimiento una comisión intergubernamental de implementación de políticas culturales conjuntas integrada por personal del Ministerio de Cultura, cancillería y del INGUAT y también de una comisión mixta que tendría a su cargo enriquecer, facilitar y dar seguimiento a los programas que se establezcan y se integraría con artistas, intelectuales y representantes instituciones culturales y educativas.
Otra propuesta de Solórzano es la creación de una base de datos en cancillería para que sirva de apoyo a la diplomacia cultural análogo al Sistema de Información Cultural que está por establecerse en el Ministerio de Cultura con información sobre museos y colecciones de arte, bibliotecas, librerías, galerías, organizaciones culturales, productoras de cine y teatro, mercados y museos de artesanías, gastronomía guatemalteca, grupos artísticos en danza, teatro, música, arte indígena, músicos, información sobre eventos culturales, fiestas religiosas y patronales, etc. que resulta demasiado extenso para citarla aquí pero que se puede consultar en el documento que se cita al final de este ensayo.
Otro aspecto importante es la capacitación para promoción cultural del personal diplomático existente y la formación de personal especializado y a que en la capacitación del personal se ponga especial atención a los problemas de racismo, discriminación para evitar que indígenas artistas guatemaltecos que estando en el extranjero se han acercado a representaciones diplomáticas y consulares de Guatemala para hacer trámites o gestiones y no han recibido la atención y trato respetuoso que esperaban y que merecen. (Solorzano, Foppa. Julio. Informe de una Consultoría elaborada para el Ministerio de Relaciones Exteriores en 2010 -Documento inédito-)