Escribe
Lic. Maximiliano Araujo
Ex-Viceministro de Cultura
(compartido en diciembre de 2017)
05 de febrero de 2018
Me detengo un momento para comentarles que en la estructura administrativa del Ministerio de Cultura y Deportes existen tres viceministerios. Uno es el del Deporte y la Recreación, que está formado con la Dirección General del mismo nombre, con todas sus dependencias, que se encargan del deporte recreativo y de la recreación, siendo que su presupuesto es asignado de manera automática por el Congreso de la República de acuerdo al porcentaje que le corresponde por el aporte constitucional.
Este aporte está constituido por el tres por ciento del Presupuesto de Egresos de la Nación, destinado al Deporte y la Recreación, por lo que se divide ese aporte entre la Confederación Deportiva Autónoma, el Comité Olímpico, la Dirección General de Educación Física (dependencia del Ministerio de Educación, y la Dirección General del Deporte y la Recreación, a la que le toca un veinticinco por ciento de ese porcentaje. Este aporte es intocable y no se puede transferir a dependencias de cultura porque se comete el delito de malversación.
Otro Viceministerio es el de Patrimonio Cultural y Natural, integrado con la Dirección General del mismo nombre, con todas sus direcciones técnicas y departamentos, que tienen a su cargo la salvaguarda de sitios arqueológicos, Biblioteca Nacional, Archivo de Centroamérica, Hemeroteca, museos, el Instituto de Antropología e Historia y proyectos y programas de restauración de bienes culturales muebles e inmuebles. Existen tres entidades que reciben presupuesto de esa dirección para su funcionamiento: Consejo de Protección de La Antigua Guatemala, Academia de Geografía e Historia y Convento de la Merced.
El tercer viceministerio es el de Cultura, que estuvo a mi cargo. Está formado por dos Direcciones Generales, la De las Artes y la de Desarrollo Cultural y Fortalecimiento de las Culturas. Hoy, porque me interesa especialmente, (aunque las Direcciones Técnicas de estas direcciones desarrollan sus proyectos y programas, en distintos lugares del país, que son importantes, y que además hay entidades como ADESCA, que dependen presupuestariamente de la Dirección General de las Artes. (Este año se le trasladaron cinco millones)
Voy a comentarles de una Dirección técnica, muy importante y poco conocida. Me refiero a la Dirección de Formación Artística, que cuenta entre sus dependencias con 72 academias comunitarias, 17 escuelas de arte y 9 conservatorios, situadas por todo el territorio del país. Entre las academias comunitarias se tienen escuelas de marimba, de pintura, de danza y de teatro. Esta estructura permite que se cuente con 23 conjuntos de marimba, de las escuelas respectivas.
Los 9 conservatorios, situados en distintas ciudades, entre ellos el de la ciudad de Guatemala, que es el más conocido, permiten que se tengan orquestas y grupos musicales, de distingo género, y que ahora se formarán o consolidarán, en algunos casos, 22 orquestas sinfónicas juveniles. Los grupos musicales y las otras expresiones, se presentan constantemente en cabeceras municipales, aldeas y caseríos, así como en ferias y fiestas locales.
Esta intensa e importante actividad pasa desapercibida para la mayoría de guatemaltecos, siendo que generalmente se enteran de lo que se hace en las escuelas de la ciudad de Guatemala, por ejemplo de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Conservatorio Nacional Germán Alcántara, Escuela de Danza y Escuela de Teatro.
La Dirección Técnica de Formación Artística está a cargo de una actriz muy conocida, la licenciada Gretchen Barneond, hija de Maria Teresa Martínez, uno de los iconos del teatro guatemalteco. El número de alumnos que se tienen en esta dirección, entre quienes reciben clases formales con pensum, y los llamados cursos libres, es de casi diez mil alumnos
Para terminar este breve mensaje les comento que el Fondo para las Artes, con el presupuesto que se tuvo este año, (2017) nos está permitiendo apoyar financieramente muchos festivales, encuentros, seminarios, congresos, expresiones artísticas, boletos aéreos, y al cine como industria cultural. Se le asignaron un millón de quetzales a FILGUA y otro millón al Festival Ícaro. Se dejó iniciado también un programa de apoyo a la literatura y a la lectura que ya se encuentra en marcha.
Con todo respeto puedo afirmar, que de manera honesta y responsable, todos los funcionarios y el personal del Viceministerio de Cultura «Estamos haciendo camino al andar».