Escribe:
Estuardo Monge
Red Departamental de Gestores Culturales
Departamento de Guatemala
29 de marzo de 2017
Para muchos no es un secreto que la gestión cultural en el país aún es empírica. Y esto no es malo, pero es un riesgo que en el país haya muy poca demanda de servicios de profesionalización para los gestores culturales y que la poca oferta que hay está a la venta en universidades privadas y por ende casi fuera del alcance de nuestras casas de la cultura.
Sin embargo, a lo largo de los más de treinta años de gestión de la Asociación Guatemalteca de Casas de la Cultura y el Ministerio de Cultura y Deportes el ingenio, pasión y creatividad de los gestores culturales se ha lucido sobremanera ante dos realidades: poco presupuesto para cultura y la escasa información que el pueblo tiene acerca de lo que es cultura.
Teniendo como base el hecho de que en estos momentos las casas de la cultura están realizando un proceso reconceptualización es conveniente promover algunas ideas que ayuden a que esa reconceptualización sea integral.
Las casas de la cultura son por excelencia grandes gestoras, la autogestión es su estandarte y siempre han alcanzado sus metas con mucho trabajo, sacrificio y pasión. Afortunadamente, las casas de la cultura están por quitarse ese estigma de que “cobrar es malo” y de que todo servicio que prestan debe ser “gratis”. Sin duda, un modelo de negocio como este no augura el sostenimiento de cualquier proyecto o actividad que se desee impulsar desde las casas de la cultura. Otro factor importante, es el hecho de que las casas de la cultura por tradición o costumbre se han caracterizado por impulsar juegos florales, reinados, apoyo a las ferias, enseñanza de las artes y acciones relacionadas con el patrimonio. Lo cual es loable, pues estas actividades están en la mente de nuestra gente y por lo tanto las consideran importantes. Pero la cultura es más que entretenimiento, patrimonio y bellas artes. Si bien todo lo que el ser humano hace o crea es cultura, esta puede ayudarnos a comprender nuestra realidad desde otra óptica y es en este sentido que deseo compartirles mis ideas sobre la reconceptualización de las casas de la cultura.
Debo reconocer que toda actividad, proyecto o programa nace de una idea, al igual que los emprendimientos. Y es esta la principal semejanza de la gestión cultural y los emprendimientos. Mi propuesta es sencilla: no veamos a las casas de la cultura como gestoras, de ahora en adelante veamoslas como emprendedoras de la cultura o emprendedoras culturales.
Pero qué implica ver a una casa de la cultura como una emprendedora cultural y no como una gestora cultural. Trataré de explicarlo con la siguiente tabla comparativa:
Gestor cultural | Emprendedor cultural |
Tiene una solución | Tiene conocimiento del problema |
Supone que la comunidad necesita su solución | Escucha las necesidades y problemas de su comunidad |
Crea soluciones porque es bueno crearlas | Crea soluciones para la comunidad |
No le gusta equivocarse | Incorpora el error como una posibilidad |
Es una máquina de ideas | Confronta a su ego |