Ponencia:
Francisco Roberto Gutiérrez
Ponencia en Seminario Cultural
07 de junio de 017
Después de un ejercicio de reflexión que tomo más de dos años, se llegó a la conclusión que lo conveniente sería el implementar una metodología para el fomento de inversiones productivas generadoras de empleo o autoempleo. Esas metodologías, después de validadas se implementaron y dieron resultados muy positivos, que condujeron a constituir una asociación formal para su administración. Los resultados en Quetzaltenango provocaron que líderes de otros Municipios, con problemáticas de desempleo y emigración, similares a las que padecía Quetzaltenango y dieran lugar al inicio de la acción del Grupo Gestor, iniciaran procesos similares integrando grupos similares, auxiliados y asesorados por el de Quetzaltenango.
Bajo la premisa de que una política pública se construye desde la organización de las bases, se institucionaliza mediante entidades reconocidas por el Estado, y luego se constituye en Ley para ser reconocidas como una política pública, en el ejemplo de los Grupos Gestores el recorrido (que ahora cumple 15 años), ha sido el siguiente. Primero se han constituido los organismos de base, -los Grupos Gestores-, formalizados como asociaciones privadas sin fines de lucro, integradas por empresarios, académicos, profesionales y representante del Gobierno Local.
Estas asociaciones, de las que actualmente existen en más de 100 Municipios, con representación legal y reconocimiento público, son apoyadas por “oficinas territoriales” que atienden a una media de 10 Grupos Gestores en la formulación y gestión de sus proyectos y propuestas. Son, pues, los organismos institucionalizados de base para pasar al siguiente nivel, que es la propuesta de una iniciativa de Ley ante el Congreso de la Republica que, de ser aprobada, se convierta en una “Política Pública para el Desarrollo Económico desde lo Local”.
En Guatemala no existe una política pública, y por tanto no hay una legislación, que promueva el desarrollo económico local. Debido a ello, y solo como ejemplo, recursos del Estado como los situados constitucionales que se canalizan a través de los Consejos de Desarrollo no se invierten para promover las economías locales, pues la mayor parte de esos recursos van a “obra gris”. No hay, por tanto, una guía para aprovecharlos en el sentido que siga generando riqueza.
Por otra parte, al carecer los Municipios de infraestructura adecuada, falta de acceso a tecnologías, y dificultad tramitológica ante las autoridades locales, la inversión privada es muy limitada; a ello se suma que la capacidad de consumo en el interior del país es relativamente baja, generándose procesos negativos. La forma de revertir esta tendencia “negativa” es a partir de identificar “detonantes” de la economía local, que permitan un crecimiento de la producción local que, al ser compartida en su proceso de construcción, beneficie a la comunidad como un todo.
En este momento, el movimiento de los Grupos Gestores está en proceso de diseñar una propuesta de Ley que, de ser aprobada por el Congreso de la Republica se convierta en política pública y, a partir de ello, garantice la sostenibilidad en el largo plazo de un esfuerzo que, a la fecha, es una iniciativa de la sociedad civil, avanzada de manera voluntaria y ad-honorem.
Un comentario que me parece pertinente para fortalecer la ponencia surge del siguiente cuestionamiento: ¿por qué desde lo local? Pues, sencillamente, porque es en donde el ciudadano cuenta con la posibilidad de una mediación más efectiva entre el individuo y el Estado; donde hay una relación anímica fundamental: la topofilia; y por tanto hay identidad, base fundamental para generar ciudadanía. Y de allí las posibilidades reales de fortalecer la democracia; de construir verdaderos partidos políticos, y de resolver la conflictividad social de manera civilizada.